Sea cual sea el tamaño de la empresa, aparecer en Internet es vital para conseguir tráfico a la web y, por tanto, clientes. Los internautas buscamos todo tipo de información en la red: desde un gimnasio, una peluquería o una tienda de tecnología, sin importar el tamaño de las empresas. Por ello, todas las compañías deberían destinar parte de sus presupuestos a mejorar el posicionamiento en buscadores.
Según los últimos datos de Google, la mayoría de los usuarios se quedan en la primera hoja de resultados, una minoría lega a la segunda y casi una muestra inapreciable pasa de la tercera a la hora de buscar una empresa que ofrezca un producto o servicio determinado. Estar en las primeras posiciones con unas palabras clave de tu interés es más efectivo que la mejor localización comercial en una gran ciudad.
El público objetivo está en Internet si o si, y una estrategia SEO nos ayuda a llegar a él. Gracias al auge de Internet, existen muchas agencias SEO y profesionales que se dedican a mejorar el posicionamiento en buscadores, por lo que cualquier pyme puede encontrar un precio que se adapte a sus necesidades y a su bolsillo, pero no se debe renunciar a elaborar una estrategia SEO, o se estará perdiendo clientes y, por tanto, dinero.